La colección, ubicada en una antigua fábrica textil de Wolfsburg, cuenta con más de 130 modelos relacionados con Volkswagen.
El AutoMuseum de Volkswagen vuelve a estar abierto al público, pero esta vez con algo más que una mera exhibición de coches antiguos. El afán de conseguir ser algo más que una gran colección de ‘joyas’ del motor ha llevado a Volkswagen a remodelar el AutoMuseum instalado en Wolfsburg (Alemania). El museo se organiza ahora en diferentes áreas temáticas, pudiendo hacer un recorrido por la historia de la marca, sus modelos y los avances tecnológicos de la misma, dentro de su contexto.
Ya en el año 1953 Heinrich Nordhoff, director general de la compañía, tuvo la idea de iniciar una colección de vehículos Volkswagen pertenecientes a series limitadas. Más tarde, en 1983, Carl H. Hahn, presidente de la Junta Directiva en ese momento, decidió abrir un museo que recogiera la colección de modelos más singulares de la compañía, reuniendo unas 70 unidades diferentes.
Una antigua fábrica textil de Wolfsburg fue elegida como emplazamiento idóneo para el AutoMuseum, que se trasladó definitivamente a ese lugar tras un año de reformas. El 25 de abril de 1985 fue inaugurada la exhibición de historia y tecnología de la marca alemana, que ocupaba un área de 5.000 metros cuadrados.
Durante los siguientes 16 años el número de vehículos aumentó hasta alcanzar los 180, incluyendo modelos clásicos de Volkswagen, Horch, Audi, DKW, Wanderer y NSU, además de coches de carreras, prototipos y modelos de producción manual.
En enero de 1992, el AutoMuseum se convirtió en una fundación dedicada a preservar la tradición de las diferentes marcas del grupo Volkswagen. La Fundación del AutoMuseum posee un archivo único de información con datos técnicos de los motores, información sobre los interiores, los diseños, las estructuras de las carrocerías o de fechas de producción de modelos antiguos de Volkswagen. El archivo recibe cada año miles de peticiones de todo el mundo y los certificados de fecha de producción que emite son una pieza de coleccionista especialmente buscada.
Nuevos tiempos, diferentes conceptos
El año pasado Bernd Wiersch, director del AutoMuseum, propuso un nuevo concepto de exhibición. Su idea era mostrar la historia y el desarrollo tecnológico de la marca Volkswagen a través de diferentes zonas temáticas. El desarrollo de este proyecto se ha completado a principios de este mismo año, culminando con la reciente reapertura del museo.
Cada una de las exhibiciones temáticas tiene una curiosidad especial. Así por ejemplo, dentro del área “Futurum Volkswagen” se muestran prototipos que nunca han sido conducidos en carreteras públicas pero que sin embargo, han ejercido una gran influencia en los automóviles actuales. La sección “Volkswagen family” describe el desarrollo de la compañía desde Wolfsburg hasta el concepto de globalización.
Desde marzo de este año, se han expuesto más de 130 modelos legendarios o curiosos relacionados con Volkswagen: un Beetle de madera fabricado por Livio de Marchi para el Carnaval de Venecia, un Beetle de mimbre realizado por Thomas Heinrich con más de 600 horas de trabajo invertidas en él, la primer plataforma para camión que se fabricó en 1946 y un coche de carreras con placas construidas a mano de 1949, propiedad de la leyenda automovilística Petermax Müller de Hannover.
Además, los impresionantes recubrimientos de la pared de la fábrica, que muestran todos los modelos que se han fabricado, acompañados de fotografías históricas y paneles de información en dos lenguas, que ofrecen detalles interesantes sobre los modelos exhibidos y las localidades de producción de los mismos. Todo ello hace realidad la idea de Bernd Wiersch: un contenido interesante debe tener un envoltorio atractivo.
Sin duda un lugar de peregrinaje de al menos una vez en la vida para cualquier fanatico de los volkswagen.
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